Hace más de 10000 años, entre la región de Antofagasta y la de Coquimbo habitó un grupo de cazadores-recolectores muy singular y relevante para entender el desarrollo histórico de nuestro territorio: se trata del denominado «complejo cultural Huentelauquén», al cual se han asociado numerosos sitios arqueológicos ubicados principalmente en la costa, pero también en valles interiores y ambientes cordilleranos. El estudio de estos yacimientos ha permitido conocer los patrones de asentamiento y movilidad de estos grupos, así como los diversos medios que utilizaron para adaptarse a los distintos entornos.
La cultura material de estas poblaciones muestra el desarrollo de tecnologías muy efectivas para aprovechar los recursos vegetales, animales y minerales del territorio. Del amplio repertorio de artefactos que elaboraron, el más característico corresponde a un particular tipo de puntas de proyectil de forma alargada y dotadas de un gran pedúnculo en la base, que ningún otro grupo de la región fabricó en momentos posteriores. También son distintivos de los grupos Huentelauquén los llamados «litos geométricos», a los cuales se han atribuido connotaciones de índole simbólica y ritual.
Ubicado a 60 km de la costa, en un entorno de quebradas que comunican el litoral y la cordillera, el sitio La Fundición 1 es uno de los asentamientos más emblemáticos del complejo cultural Huentelauquén, especialmente de los sitios de interior. Los estudios desarrollados allí desde la década de 1970 han llevado a considerarlo como un eslabón clave para comprender la movilidad y formas de uso del espacio de estas poblaciones durante el Holoceno Temprano (11000 y 8500 años AP). A la gran cantidad y variedad de artefactos que presenta -entre los cuales se destacan los conjuntos de materiales líticos tallados (puntas de proyectil, bifaces, raspadores, cuchillos, raederas, raspadores, cepillos, etc.) y pulidos piqueteados (ornamentos, percutores, manos de moler, sobadores, yunques, pulidor y micromorteros)-, se suman otras evidencias de prácticas culturales, tales como restos óseos animales, conchas de moluscos y contextos funerarios. Todo este acervo material -del cual solo el conjunto lítico supera las 70000 piezas- forma parte de las colecciones del Museo Arqueológico de La Serena.
La información que nos entrega La Fundición 1, complementada con aquella obtenida de otros sitios de cazadores-recolectores de interior asociados al complejo cultural Huentelauquén, configura un panorama ocupacional complejo, que desafía las interpretaciones tradicionales sobre las formas de vida y dinámicas espaciales de estos grupos.
Descarga el artículo completo "La Fundición 1. Pensar a los cazadores-recolectores del Holoceno Temprano desde el interior de la Región de Coquimbo", por Daniel Pascual.