El 10 de julio se celebra en Chile el Día de las bibliotecarias y bibliotecarios, instaurado en esta fecha por la creación por ley, en 1969, del Colegio de Bibliotecarios de Chile.

No queremos estar ajenos a esta celebración, y para ello queremos recordar y homenajear a las bibliotecarias que han trabajado en nuestro Museo, especialmente a Hilda Vera, Fresia Alfaro y Adriana Pastén, por haber sido parte del desarrollo de la biblioteca del museo.

Desde que se inauguró el Museo Arqueológico de La Serena en 1943, Hilda Vera, junto a Francisco Cornely, fundador del museo, comenzaron a formar la biblioteca por medio del intercambio con otras instituciones pares y las propias publicaciones. Pronto, la biblioteca fue creciendo en volúmenes e importancia para la labor de investigación de la institución.

Hilda Vera trabajó en el museo más de 50 años en tareas administrativas, pero 46 de ellos los desempeñó principalmente como bibliotecaria, formada en la práctica diaria y con un tremendo compromiso, entendiendo la importancia y el aporte de la biblioteca a la actividad de los arqueólogos del museo.

El año 1968, se unió al equipo la Fresia Alfaro, bibliotecaria profesional, que vino a apoyar el trabajo en biblioteca, ya que Hilda mantenía aún muchas labores administrativas. El año 1978, la Fresia se fue a trabajar a la Biblioteca Pública de La Serena, y más tarde, a la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas.

En el año 1995, Hilda Vera jubiló después de haber trabajado casi toda su vida en el museo, viendo crecer tanto éste como la biblioteca.

Ese año llegó Lorena Troncoso, bibliotecaria profesional, quien solo estuvo un año y medio, tiempo en el cual alcanzó a instalar el sistema Microisis para un catálogo digital.

Posteriormente ingresó al museo Adriana Pastén, bibliotecaria profesional, quien asumió la misión de continuar con el trabajo de la biblioteca, con una amplia experiencia en bibliotecas públicas. Trabajó principalmente enfocada en estudiantes de enseñanza básica y media. Fue protagonista del traslado de la biblioteca desde el edificio tradicional a la nueva edificación administrativa, donde la biblioteca ocupa dos pisos.

Durante este periodo, el director Ángel Durán Herrera, presentó un proyecto de revitalización de la biblioteca, tiempo en que esta permaneció cerrada dos años para llevar a cabo un proceso de redefinición y reapertura a estantería abierta.

Adriana Pastén se jubiló en diciembre de 2016, con el anhelo de ver remodelada la biblioteca, que finalmente fue reinaugurada en diciembre de 2017.

Enviamos un cariñoso saludo a las profesionales bibliotecarias y bibliotecarios que día a día hacen de las bibliotecas lugares donde sentirse acogidos, y donde se les ayuda a los usuarios a buscar la información que requieren.